Con sus excelentes propiedades, el láser es la primera elección como herramienta de producción en la tecnología aplicada a la medicina: para soldar, cortar y marcar todos los materiales más comunes.
Ideales para la fabricación de endoscopios, instrumental médico o implantes: los láseres funcionan de forma precisa, rápida y reproducible. La máxima calidad es el resultado.
Algunos productos no pueden fabricarse prescindiendo del láser. Este es el caso del marcapasos. El láser suelda la carcasa de titanio de modo que queda totalmente hermética y sin poros. Todo esto, además, sin repasos posteriores.
En el caso del endoscopio, el láser suelda el tubo fino, además de cortar perforaciones y articulaciones. Los pulsos del láser dosificados con precisión sirven para que la pieza no se deforme.
Los cortes por láser consiguen superficies tan lisas y las rebabas son tan mínimas que no se requiere ningún trabajo de repaso. Debido a su flexibilidad, el láser se adapta perfectamente a la gran variedad de aplicaciones que existen en la tecnología aplicada a la medicina, por ejemplo, los implantes ortopédicos.
La identificación de producto, la trazabilidad y la protección contra el plagio son de especial importancia en la tecnología aplicada a la medicina. Con una alta resolución siempre uniforme, el rayo láser genera fácilmente todos los caracteres, imágenes y códigos DataMatrix mediante los colores de revenido en el metal o el cambio de color en el plástico. La superficie no se modifica y sigue manteniéndose esterilizable a alta temperatura. No hay ningún otro procedimiento que consiga todo esto de un modo tan sencillo.
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